Anxo Pastor
milagros
yo he visto
con estos ojos castaños
entreabiertos atónitos
desplomarse torres más grandes
que su sombra a galope fugada
he presenciado
batallas campales
entre las sudorosas dudas de la aurora
y sus tristísimos quejidos
los hambrientos gemidos
del tiritar del aire desvestido
por una promesa mal cumplida
cruelmente trampeada
en enero
he sabido de trasatlánticos
que se han muerto de ansia de río
he visto en la refriega
cubrirse toda de primavera
rocío y flores entreabiertas
la carne desnuda dada por muerta
he oído prados que aullaban
obsesionados arrebatados
por haber sido serpeados
por un fornido sendero de guijarros
he sentido la lluvia
con lascivos besos húmedos
desvestir apremiante
los callejones más estrechos y prietos
he visto como en un afterhours
pasada la medianoche y los cerrojos
encenderse rojas las luces del alma
meterse mano con desesperación
las sonrojadas sombras del corazón
he visto a delfines
un día tres otoños
de ansia de anhelo alados
bucear en celo
entre los pliegues de los cielos
el punto de ebullición del cuerpo deseado
tantos milagros presenciados
me han convertido
en testigo locuaz de lo improbable
en una mujer crédula
escotada sin escamas
con una fe carnal
a prueba de cosquillas
granizadas loterías y desamor
Ana M. González
milagres
yo he visto
con estos ojos castaños
entreabiertos atónitos
desplomarse torres más grandes
que su sombra a galope fugada
he presenciado
batallas campales
entre las sudorosas dudas de la aurora
y sus tristísimos quejidos
los hambrientos gemidos
del tiritar del aire desvestido
por una promesa mal cumplida
cruelmente trampeada
en enero
he sabido de trasatlánticos
que se han muerto de ansia de río
he visto en la refriega
cubrirse toda de primavera
rocío y flores entreabiertas
la carne desnuda dada por muerta
he oído prados que aullaban
obsesionados arrebatados
por haber sido serpeados
por un fornido sendero de guijarros
he sentido la lluvia
con lascivos besos húmedos
desvestir apremiante
los callejones más estrechos y prietos
he visto como en un afterhours
pasada la medianoche y los cerrojos
encenderse rojas las luces del alma
meterse mano con desesperación
las sonrojadas sombras del corazón
he visto a delfines
un día tres otoños
de ansia de anhelo alados
bucear en celo
entre los pliegues de los cielos
el punto de ebullición del cuerpo deseado
tantos milagros presenciados
me han convertido
en testigo locuaz de lo improbable
en una mujer crédula
escotada sin escamas
con una fe carnal
a prueba de cosquillas
granizadas loterías y desamor
Ana M. González
milagres
vi
com estes olhos castanhos
entreabertos atónitos
desabar torres maiores
que a sua sombra a galope foragida
testemunhei
batalhas campais
entre as suadas dúvidas da aurora
e os seus lamentos tristes
os famintos gemidos
do tiritar do ar despido
por uma promessa mal cumprida
cruelmente tramada
em janeiro
soube de transatlânticos
que morreram com ânsia de rio
vi na refrega
cobrir toda a primavera
orvalho e flores entreabertas
a carne nua dada como morta
ouvi prados que uivavam
obcecados arrebatados
por terem sido serpeados
por um robusto caminho de seixos
senti a chuva
com lascivos beijos molhados
despir premente
os becos mais estreitos e apertados
vi como num afterhours
passada a meia-noite e as fechaduras
acenderem-se vermelhas as luzes da alma
apalparem desesperadamente
as coradas sombras do coração
vi golfinhos
um dia três outonos
da ânsia do desejo alado
mergulhar no cio
entre os vincos dos céus
o ponto de ebulição do corpo desejado
tantos milagres testemunhados
converteram-me
em testemunha loquaz do improvável
em mulher crédula
decotada sem escamas
com uma fé carnal
à prova de cosquinhas
saraivadas lotarias e desamor